Las ventas del comercio moderno han caído de manera crítica y el panorama sigue siendo gris oscuro. Desde la tercera semana de marzo los restaurantes han tenido ventas al 10-15% en el mejor de los casos, mientras que un 30% de ellos cerró definitivamente.
Los locales comerciales, hoy reabiertos con muchas restricciones, tienen niveles de ventas alrededor de un 30-40% de una operación normal. Incluso establecimientos de corte moderno que venden productos de primera necesidad se vieron muy afectados en julio. El sector de droguerías, que en el imaginario colectivo vive una bonanza con la pandemia, acusa hoy unos niveles de ventas inferiores a los obtenidos antes del 18 de marzo.
Hay disminución en productos como expectorantes, antidiarreicos, antiácidos, para la gastritis, alimentos infantiles, agua en botella, repelentes, protección solar, medias veladas y disfunción eréctil. Curiosamente, las droguerías de barrio y las independientes, tuvieron mejor comportamiento en junio y julio que las de cadena.
La mejor descripción del momento económico la dio la Junta del Banco de la República en su sesión del 31 de julio: “La demanda agregada observada es más débil que lo previsto, con mayores excesos de la capacidad productiva y un fuerte deterioro del mercado laboral, en un contexto de gran incertidumbre macroeconómica global.”
En mayo, 15 de las 19 categorías que investiga el DANE en su encuesta de comercio al detal, registraron fuertes caídas en sus ventas reales. Las ventas de cerveza, expresadas en volumen, en el segundo trimestre cayeron 31% frente a igual periodo del año anterior. En los supermercados las medidas de contención obligatorias llevaron a una caída en las horas de atención al público cercana al 35% comparada con 2019.
Las ventas no presenciales a partir de abril están creciendo a tres dígitos. Un reporte oficial del Grupo Éxito indica que mientras en 2019 las ventas por ecommerce representaron el 4.5% del total, en la actualidad representan el 14.5%.
El Top mas y Top menos de la facturación
La cuarentena general ha tenido un impacto letal sobre el comportamiento de la economía, en particular en los sectores del comercio, turismo y entretenimiento.
La facturación de las compras electrónicas en las distintas categorías de consumo, durante el primer semestre del presente año disminuyó 16% reflejando el fuerte impacto de la pandemia sobre el comercio colombiano. En este escenario es importante conocer cuáles son las categorías de consumo que se han visto relativamente beneficiadas y cuales se han visto más golpeadas.
Utilizando la herramienta AnalítiCo de la alianza Fenalco y CredibanCo revisamos el comportamiento de las principales categorías de comercio, que aquí presentamos en breve resumen.
El Top 10 de las categorías de mayor dinamismo en el presente año en cuanto a compras con medios de pago electrónicos en las plataformas CredibanCo está encabezada por "aplicaciones", con un crecimiento de tres dígitos, seguida por "suscripción y venta de periódicos y revistas". La lectura de medios impresos sigue siendo de la entraña de una franja muy importante de la población. En la tercera y cuarta posición encontramos las categorías de "supermercados" y "salsamentarias y venta de carnes" cuyo crecimiento está explicado principalmente por el auge de la preparación de comidas en casa ante la imposibilidad de acudir a restaurantes. En el quinto puesto encontramos la categoría "electro" la cual estuvo impulsada por el día sin IVA del 19 de junio y por la necesidad de los hogares de aprovisionarse de ayudas electrónicas para poder adelantar sus actividades educativas y laborales.
Un dato importante acerca de las categorías que han tenido variaciones positivas en lo corrido del año, es que de más de 100 renglones analizados, tan solo 19 muestran crecimiento. Por otra parte, las categorías de peor desempeño corresponden principalmente a aquellas actividades de entretenimiento y turismo. Las salas de cine y agencias de boletería se han visto afectadas negativamente por las restricciones de eventos con aglomeración de personas. También agencias de viajes y aerolíneas, muy afectadas por las restricciones de movilidad y transporte. No perdamos de vista que esa caída tan fuerte en las categorías de peor desempeño es, francamente, una tragedia. Muchos de esos negocios, a pesar de estar prácticamente en estado de hibernación desde el 20 de marzo, no resisten mucho tiempo las restricciones impuestas y tendrán que cerrar, muchas de ellas en forma definitiva, con lo cual seguirá lesionando gravemente el tejido empresarial colombiano que con tanto esfuerzo y laboriosidad se ha erigido.
Fuente: Bitacora Economica de Fenalco Agosto 2020.
