Durante el 2016 y hasta el 2019 la ocupación de los centros comerciales estaba por encima del 90% sin embargo era una gran preocupación para los gerentes y juntas el cómo poder llegar al 100 %. Durante la pandemia varios centros comerciales a nivel país alcanzaron a estar alrededor del 50% de ocupación en donde toda la responsabilidad la llevó este virus. Según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), más de 80 mil negocios formales, de diferentes sectores de la economía han cerrado sus puertas definitivamente por cuenta de la pandemia. Tan solo el 15 % de los empresarios ha diversificado sus actividades y acomodado sus prácticas de negocio. Mientras unos se han visto obligados a cerrar sus empresas, cerca de 154 mil emprendimientos se han creado durante el confinamiento.
¡En realidad, no fue solo así!! El dólar, las altas tasas de impuestos, los mismos cánones de arriendo entre otros, limitaron a que grandes marcas internacionales llegarán a Colombia para ampliar las alternativas del retail en todas sus categorías. Por otra parte, las marcas locales ya no lograban extenderse más a cada espacio comercial que nacía. Paralelo a esto los centros comerciales cerraban constantemente las puertas a los emprendedores colombianos a través de altos cánones en las islas de las zonas comunes y ni que decir de los locales.
Entendiendo esto, nuestro problema no fue solamente de pandemia sino de concepción y estrategia.
Pretender que las grandes marcas tanto colombianas como extranjeras llenaran todos estos vacíos fue un gran error. Los centros comerciales en su gran mayoría y por no decir todos, olvidaron hacer una apuesta por el emprendimiento, olvidaron crear un plan semilla que diera ingreso a marcas con futuro que iniciaran su proceso en las islas para luego ser locatarios permanentes del centro comercial y de esta manera ampliar el tenant mix con una verdadera variedad.
Si esto hubiese sido así hoy la realidad sería otra. Claramente el apoyo y descuentos se hubiese tenido que dar para apoyarlos, pero la recompensa generaría una relación a largo plazo pues una marca agradecida se convierte en parte del centro comercial y no en su contradictor como pasa en algunos casos. La desocupación posiblemente sería más reducida y el comprador final encontraría sus marcas preferidas. Lo anterior sumado al sostenimiento del empleo el cual afecta hoy nuestra economía y la reactivación tan esperada.
La economía naranja recibió un fuerte empujón por parte de esta pandemia pues la pérdida de empleos rescató la creatividad en cada hogar que buscaba sostenerse dando origen a un sinnúmero de ideas que nacieron, crecieron y se han fortalecido los cuales junto a otros emprendimientos más desarrollados están haciendo fila para ingresar a los centros comerciales y poder llegar a mercados más masivos.
A estos emprendimientos debemos trazarles un camino a seguir y acompañarlos en su desarrollo y para esto hoy tenemos herramientas importantes a través de programas públicos y privados como Innpulsa, Cámara de Comercio de cada ciudad, programas de emprendimiento e innovación de varias universidades, colectivas digitales en Facebook y así varios más.
El camino no es a corto plazo, pero si es el sello de poder pensar en tráfico y ocupación a largo plazo entendiendo que las variables externas a nuestra industria no parecen mejorar ni plantear escenarios llamativos para las medianas y grandes marcas que también están en periodo de transformación y reducción de puntos de venta.
También cabe anotar que estas marcas a diferencia de las tradicionales nacieron ON LINE lo que les da una venta competitiva en este momento y que de no encontrar un equilibrio en el escenario “figital” (Mezcla de lo físico y digital) terminarán siendo una competencia relevante para las grandes superficies frente al momento de compra de nuestro nuevo comprador.
Que sea un motivo más para convencer a los gerentes y juntas que lo digital llegó para quedarse y ser parte de la actividad propia del retail y que al no lograr balancearla las ventas se verán afectadas por encima del tráfico que tanto preocupa perder ante el escenario digital.
¡Mentes Valientes! Así son los emprendedores de hoy que nacieron de las cenizas que dejó la pandemia y que tuvieron que presentarse a sus potenciales compradores a través de una pantalla buscando ser elegidos y poder llegar a los hogares; ¡Mentes Valientes! También serán los centros comerciales que hoy decidan crear planes semilla para lograr la tan anhelada ocupación, tráfico y por ende la conversión necesaria para garantizar la rentabilidad de sus marcas.
Fuente: Andres Vargas Baquero. Especialista en centros comerciales