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EL FUTURO DE LA FALABELLA PARECE ESTAR MáS EN LAS VENTAS EN LíNEA QUE EN LAS TIENDAS FíSICAS

Rodrigo Fajardo, presidente de Falabella Colombia desde 2010, conversó con Revista Cambio sobre el crecimiento que ha tenido la multinacional chilena en el país en los últimos años. Habló de los retos de la empresa y cómo esperan mejorar sus servicios con el centro de distribución que abrieron a finales de 2024 y en el que invirtieron 130 millones de dólares.

Hace casi 15 años, cuando a Rodrigo Fajardo lo trasladaron de Perú a Colombia, lo invadió la nostalgia. Este ingeniero chileno llevaba seis años en ese país y se sentía orgulloso del proyecto que le había encomendado el Grupo Falabella: la creación de Sodimac Perú, la cadena de comercios de construcción y ferreterías del conglomerado chileno.

 

“Me costó salir de Perú y de mi Sodimac querido, que había fundado desde cero en ese país. Me vine a Colombia y me encontré con un país más grande, con muchas oportunidades en términos de crecimiento, mucha clase media y muchas ciudades. No era un país centralizado con dos o tres ciudades nada más. Era el país con más oportunidades de crecimiento en la región y eso me desafió bastante”, recuerda Fajardo, presidente de Falabella Colombia desde 2010. 

 

Hace tres décadas se inició con el grupo Falabella en Chile, como gerente de finanzas, cargo que ocupó por seis años. De allí pasó al negocio de mejoramiento del hogar, donde aprendió de Sodimac en ese país, y luego lo mandaron a Perú a abrir dicho negocio.

 

Años más tarde llegó su segundo gran reto: comandar la operación de Falabella en Colombia.En los primeros años de cualquier proyecto el desafío es crecer y encontrar la manera de hacerlo rápidamente. Cuando Fajardo llegó a Colombia, Falabella tenía ocho tiendas.  De esas cerraron dos que eran “muy chiquitas” para la estrategia de la compañía.  Y hoy, tras casi 15 años al frente de la compañía en Colombia, Falabella tiene 26 tiendas en el país.

 

Según datos de la Superintendencia de Sociedades, la empresa se ubicó como la número 89 entre las compañías más grandes de Colombia en 2023, gracias a una facturación de 2,2 billones de pesos. Un logro significativo para una compañía con menos de dos décadas en el país.

 

Rodrigo Fajardo lideró la creación del centro de distribución de Falabella, un proyecto que les tomó cinco años.

 

La conquista de Chile y América Latina

 

El Grupo Falabella es uno de los mayores conglomerados de Chile, y está presente también en Argentina, Brasil, Colombia, México, Perú y Uruguay. Sus tiendas por departamentos homónimas lo han convertido en uno de los principales jugadores del comercio minorista y el retail en la región. Además, el consorcio empresarial también es dueño de Sodimac, los hipermercados Tottus y la operación de tarjetas de crédito bajo la marca CRM Falabella y Banco Falabella.

 

Pertenece a la familia Solari, una de las más acaudaladas del país austral, y sus orígenes se remontan a 1889, cuando el inmigrante italiano Salvatore Falabella fundó la sastrería Falabella en Santiago de Chile. El negocio familiar comenzó a crecer, y 40 años más tarde su nieta, Eliana Falabella, introdujo otros productos como vestuario femenino y artículos para el hogar.

 

Por esa época Eliana se casó con Alberto Solari, un hombre de negocios que diversificó y potenció la empresa, que con el pasar del tiempo se convirtió en la primera tienda por departamentos de Chile.

 

Falabella desembarcó en Colombia en 2006, su primera tienda fue en el Centro Comercial Santafé, al norte de Bogotá. La apuesta era conquistar el mercado colombiano, similar en muchas cosas al chileno, diametralmente opuesto en otras. En ese proceso y para eso fue que Fajardo llegó al país.

 

De cierta manera, la vida laboral y personal de Fajardo, quien es ingeniero comercial de profesión y tiene un MBA de la Universidad de Navarra, ha estado marcada por los tres países: Chile, Perú y Colombia. Salió de Chile con su esposa y sus dos hijas. Llegó a Colombia y al cabo de un tiempo se separó.

El reto de hacer crecer el negocio en un nuevo país lo motivó. “Este es un negocio muy entretenido, y de por sí, Colombia es un país muy entretenido”, reconoció el presidente de Falabella. “Lo que más me gusta es la gente. Los colombianos en general son personas muy felices. Es una conexión especial la que tienen con su país. Cuando salen por alguna razón lo extrañan y hasta yo mismo cuando salgo ahora extraño a Colombia, su comida y su gente”.

 

Fajardo ha ido varias veces a ver los partidos de la Selección Colombia en Barranquilla. Más que el fútbol, le gusta el ambiente, ver a la gente cantando, saltando y bailando al ritmo de un gol. “Disfruto mirando más a las tribunas que a la cancha, me gusta mucho la energía tan positiva que tiene Colombia”, confesó el presidente de Falabella.  

 

Colombia cautivó el corazón del ejecutivo, en todos los sentidos, y también lo hizo una colombiana con quien se casó tres años luego de su llegada y con quien hoy tiene un hijo. 

La expansión de un negocio 

 

Esa sensibilidad de Fajardo ha sido una de las claves en la expansión del negocio. Todas las semanas trata de visitar una tienda diferente. Le gusta hablar con la gente y transmitirles directamente lo que busca la compañía, que a los jefes de departamento les quede claro y bajen la información al personal operativo. 

 

“Me interesa que sepan de primera mano cuál es la visión para dónde vamos, y no que la gente esté trabajando y trabajando sin saber si la empresa va bien o mal”, dijo el empresario. Así como él, le gustaría que los colaboradores se queden por años en la empresa y hagan carrera, que quieran aprender y estén motivados.Estamos todos empujando este mismo barco. Cada uno tiene un rol distinto, pero todos somos responsables del éxito o del fracaso de esto”, dijo.

 

Además de las tiendas, el gran reto de Falabella está en la logística y el servicio al cliente. Aunque físicamente Falabella está en 11 ciudades de Colombia, con su canal online atienden a 900 municipios. “Cuando llegué no existía un canal online, ese fue otro gran desafío. Hemos ido cada año encontrando nuevos desafíos que nos obligan a reinventarnos”, reconoció el empresario.

 

Por años fueron reiteradas las quejas de cientos de clientes por el incumplimiento en la entrega de las compras online. En un mundo en el que cada vez más personas compran en línea y hay grandes competidores globales, el servicio al cliente es una exigencia natural.

 

A finales del año pasado, Falabella inauguró su centro de distribución en Colombia, un espacio de 93.000 metros cuadrados ubicado en Cota, Cundinamarca, con una bodega del tamaño de 12 estadios, en el que pueden procesar 350.000 artículos por día.

 

“Fueron cinco años de trabajo. La construcción del centro no fue tan larga, pero los permisos y encontrar la ubicación correcta sí tomaron años. Es un activo muy estratégico. En el mundo actual los negocios han ido transformándose, cada vez son más digitales y la logística tiene un rol preponderante. Hoy por hoy, quien no tiene bien planteada la logística, está fuera de juego”, aseguró Fajardo. 

 

El centro de distribución es un activo estratégico para Falabella en el que la compañía invirtió 130 millones de dólares. La estrategia que el presidente de la compañía ha reforzado en los últimos años se ha enfocado, más que en seguir expandiendo las tiendas, en mejorar la tecnología logística para que el canal online funcione bien. 

 

Antes de eso, Falabella tenía varias bodegas en arriendo, lo que dificultaba la entrega. “Cuando se quería consolidar un camión para mandar a varios clientes, te demorabas más, tocaba hacer varias paradas antes de salir. Hoy en un solo galpón está todo junto. Ahora podemos automatizar todo y hacerlo más eficiente”, contó. 

 

La nueva meta de Fajardo es mejorar la propuesta de valor de ese servicio de cara al cliente. “Los plazos de entrega de 24 horas son factibles cuando se tiene una bodega así, antes no era posible”, reconoció. 

 

En las últimas dos décadas Falabella se hizo su lugar en Colombia y se consolidó como uno de los protagonistas en el país. Buena parte de ese proceso ha sido bajo el liderazgo de Fajardo. Ahora, el futuro de la empresa parece estar más en las ventas en línea que en las tiendas físicas.

 

Fuente: Revista Cambio.