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EL ATHLEISURE, LA MODA EN EL MUNDO DEL DEPORTE

La diferencia entre ropa deportiva y athleisure es una que puede ser difícil de establecer a simple vista, ambas se pisan los talones todos los días. Usamos ropa de hacer ejercicio para trabajar desde casa, nos ponemos un hoodie de diseñador para ir al gimnasio y nos lo quitamos al llegar porque no está hecho para el entrenamiento. Para evitar estas confusiones es importante saber la diferencia entre ropa deportiva y athleisure.

Bajo esa premisa, athleisure y ropa deportiva son lo mismo: ropa cómoda e informal. Esta definición explicaría también por qué el anglicismo no consigue su equivalente en el diccionario español. Porque no lo necesita, de acuerdo a la Real Academia Española su definición de ropa deportiva funciona como un término paraguas para englobar toda la ropa que usan los atletas, así como los que trabajan desde casa y la mayoría de los estudiantes.

Lo primero es recordar que la ropa deportiva está diseñada para practicar deportes. El origen de la ropa deportiva se remonta a finales del siglo 19, cuando nació el concepto del tiempo libre. Hasta la mitad de 1800s, la clase media no descansaba, no practicaba deportes, rara vez se tomaban el día para sentarse en el parque, mantel en piso, pan y vino en mano. 

 

Podemos darle las gracias a la jornada laboral de ocho horas y la invención del fin de semana por eso, ambos un producto del siglo 19. Con el tiempo libre la gente menos privilegiada comenzó a jugar deportes, conocen el tenis, juegan el fútbol, y para estas actividades necesitaban otra ropa. Una que ya se podía producir en masa para ellos, gracias a la revolución industrial.

El diccionario de la Real Academia no reconoce athleisure como una palabra. Nos encontramos en otra de las tantas encrucijadas en las que el anglicismo se hace parte de nuestro vocabulario a falta de un equivalente en el español. Sin embargo, en inglés si hay definición.

 

El diccionario Merriam-Webster define el término como “ropa informal diseñada para usarse tanto para hacer ejercicio como para uso general”. 

 

Según el psiquiatra y periodista Rob Haskell, colaborador para Vogue Estados Unidos, Athleisure se ha convertido últimamente en una palabra de moda, un término destinado a abarcar el tipo de ropa que una persona podría usar en el trabajo, en el gimnasio y luego para cenar.

Para Clarissa Egaña, diseñadora de la marca de ropa deportiva y athleisure, Port de Bras, el término habla de un estilo inspirado en la estética y la comodidad del look deportivo, pero elevado con elegancia al punto que lo hace apropiado para prácticamente todo tipo de actividad social.   “Athleisure podría ser usado para el deporte aunque en ocasiones podría ser ‘too much’; mientras que la ropa deportiva tiene el efecto contrario, muy útil en los deportes y fuera de ellos, no tanto…”

 

Podemos rastrear los inicios del athleisure como lo conocemos a finales de la década de los 90, cuando el yoga se convirtió en un deporte mainstream en Estados Unidos y los pantalones de yoga en el uniforme oficial. 

Muchos lo adjudican al fundador de Lululemon, que creó unos de los pantalones más populares de su categoría, y unos de los más usados ahora por personas haciendo diligencias en el mundo occidental también. Combinado con el auge del trabajador freelancer y el gig economy que caracteriza el período de tiempo posterior a la digitalización de la economía, y tienes más gente usando ropa de hacer ejercicio para hacer cualquier tipo de actividades antes de practicar deporte que en mucho tiempo. Porque debemos recordar, mucha de la ropa que usamos hoy, sin llamarla athleisure, fue en un momento producto de un deporte. Los shorts, las chemises o camisas de polo, los sneakers.

 

Fuente: Vogue