Uno de los segmentos más destacados dentro de la industria textil colombiana es el mercado de los jeans. Estas prendas, conocidas por su versatilidad y estilo atemporal, ocupan un lugar destacado tanto en el mercado local como en el plano internacional. Según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá, Colombia se ha consolidado como el principal exportador de jeans en Sudamérica y el tercero en América Latina. Este logro no es sorprendente si consideramos que, según Euromonitor, se comercializan alrededor de 100.000 jeans al día en el país.
El auge de la industria textil y de confecciones en Colombia ha sido impulsado no solo por la demanda interna, sino también por su capacidad para competir en los mercados internacionales. Durante la última década, el país se ha posicionado como un actor clave en el comercio mundial de prendas de vestir, especialmente hacia destinos como Estados Unidos, Ecuador, México, Venezuela y Perú.
El potenciar el uso del denim, la materia prima de los jens, en cada colección, pequeñas, medianas y grandes marcas de moda buscan potenciar el atractivo de sus productos. Y una forma de despertar el interés del consumidor, ya sea en el vitrinas, en las tiendas o en portales de compra en línea, es potenciar los looks realizados con este material textil.
Esto se debe a que la ropa de jeans nunca pasa de moda y siempre tiene una alta penetración entre todas las clases y estratos sociales, edades y nichos comunitarios. Una cosa es segura: nadie renuncia a los jeans que tiene en su armario.
Una encuesta reciente realizada por IEMI – Market Intelligence, en conjunto con Vicunha, dejó claro que para el 87% afirmó que los jeans son la prenda más democrática, abarcando todos los grupos y estilos. Y para el 80% los jeans son imprescindibles, es decir, son una prenda obligatoria en el armario.
Los datos de la encuesta revelaron lo que se puede ver intuitivamente en las calles del país. Uno de los atributos que hace que los jeans sean tan esenciales es su versatilidad. Esto se debe a que permite looks con camisas ligeras, chaquetas, pantalones clásicos, shorts, bermudas, monos, accesorios y mucho más. Esto permite a las marcas crear cantidades ilimitadas de productos, desde sastrería elegante hasta ropa urbana.
Pero no sólo la aplicación en partes es diversa. El uso cotidiano también es muy variado. Una de las características sorprendentes de los jeans es que se pueden usar en una variedad de entornos.
La ropa confeccionada con jeans es ideal porque es adecuada para, por ejemplo, situaciones de trabajo, fiestas con familiares y amigos, vida nocturna y actividades de ocio en espacios abiertos o cerrados.
Otro atributo de los jeans que los hace tan relevantes es su inmortalidad. No importa los cambios que viva el mundo, una cosa es un hecho: el jeans sigue siendo un producto vivo, actual y deseado en todas partes del mundo. Esto se debe al poder del jeanswear (prendas de rescatar siempre sus orígenes y, al mismo tiempo, reinventarse creativamente, conectando con nuevas tendencias y generaciones.
Si alguna vez hubo personas que dudaron de la longevidad del tejido denim, hoy está claro que el poder de la cultura jeanswear (ropa hecha con denim) es mucho más fuerte de lo que imaginaban. Simplemente ve a cualquiera de las fiestas de la Generación Z o eventos de la Generación Alfa y verás lo mismo: los jeans siempre están ahí.
Y cuando miramos hacia el futuro, las perspectivas siguen siendo bastante alentadoras. Según la encuesta de IEMI, el 99% de los encuestados afirmó que tiene la intención de seguir comprando artículos elaborados con tejidos de mezclilla.
Después de 150 años desde la invención de los jeans, las marcas siguen considerando esta prenda como un imprescindible. La oportunidad de seguir contando esta historia está en las manos y las mentes de los diseñadores y creadores de moda, quienes deben descifrar los deseos de las nuevas generaciones, sus elecciones y su preferencia por productos más sustentables, cómodos, con propósito y que reflejen la forma en que las personas quieren expresarse ante el mundo.
Fuente: Mercado & Consumo.