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GLAUSER: CINCO GENERACIONES MARCANDO LA HORA DEL LUJO EN COLOMBIA

En el mundo del retail colombiano pocas historias condensan con tanta nitidez la herencia, la disciplina y la capacidad de adaptación como la del Grupo Glauser. Lo que comenzó en 1914 como una pequeña relojería fundada por un inmigrante suizo en el centro de Bogotá, se ha convertido en una organización empresarial que hoy abarca joyerías, boutiques de lujo y distribución oficial de las más prestigiosas marcas relojeras del mundo. De acuerdo con el Mapa Nacional del Retail, el ecosistema conformado por Disuiza y Time Square (TSQ) consolidó ingresos por $127.997 millones en 2024, con un crecimiento del 18,5%, ubicándose como el segundo jugador más importante del país en la categoría de joyería y relojería, solo detrás de Kronotime.

La historia del grupo comenzó con Gustave Glauser Rubin, un relojero nacido en Neuchâtel, Suiza, que llegó a Colombia a finales del siglo XIX buscando nuevas oportunidades lejos del servicio militar. Eligió este país andino por intuición y fortuna: aquí encontró amor, estabilidad y un mercado por descubrir. Primero pasó por Medellín y Neiva, y finalmente se instaló en Bogotá, donde en 1914 abrió su primera joyería en la esquina de la carrera octava con calle 12, en pleno corazón de la capital republicana. Aquel pequeño local se convirtió en símbolo de precisión y elegancia en una ciudad que empezaba a modernizarse.

 

Desde entonces, la marca Glauser ha sido un espejo del tiempo en Colombia. En sus vitrinas se reflejan la historia del país y la evolución del consumo de lujo. La relojería suiza fue el punto de partida, pero pronto incorporó joyas, anillos y piezas elaboradas con oro colombiano y piedras preciosas, anticipándose a la fusión entre tradición artesanal y sofisticación internacional que caracterizaría al lujo moderno.

A mediados del siglo XX, cuando Bogotá comenzó a expandirse hacia el norte, Glauser acompañó ese movimiento, trasladando sus tiendas a zonas más residenciales y abriendo espacios en nuevos centros comerciales.

 

El legado familiar es uno de los pilares del grupo. María Mercedes, Andrés, Patricia y Samuel Glauser —bisnietos del fundador— representan hoy la cuarta generación y se preparan para entregar la posta a la quinta, compuesta por siete jóvenes entre los 20 y 30 años. Cada uno de los hermanos asumió un rol estratégico dentro del conglomerado: Samuel y Andrés se especializan en relojería; María Mercedes lidera la línea de joyería; y Patricia dirige las estrategias de mercadeo. A pesar de su crecimiento, la empresa ha mantenido una forma de gobierno basada en la toma de decisiones consensuada, garantizando la armonía familiar y la continuidad de la filosofía empresarial.

El Grupo Glauser es un modelo de empresa familiar que ha sabido adaptarse sin renunciar a su esencia. En 1981 se fundó Disuiza, la división encargada de la importación y distribución oficial de marcas como Rolex, Omega, Hublot, Jacob & Co., Longines, Tissot, Rado y Mido, entre otras. Esta estructura le permitió a la compañía ingresar a la red mundial de distribuidores oficiales Rolex, un privilegio reservado a muy pocos grupos en América Latina. En paralelo, y respondiendo a los cambios de comportamiento del consumidor, los Glauser lanzaron a comienzos de los años 2000 la marca Time Square (TSQ), un formato más accesible, con vitrinas abiertas y productos premium, pensado para ampliar su base de clientes sin sacrificar calidad ni servicio.

 

La consolidación del grupo ha sido fruto de decisiones prudentes y una visión de largo plazo. Durante la Gran Depresión de los años treinta, los relojeros suizos confiaron tanto en la familia que le enviaban mercancía para pagar “cuando pudieran”. En 1948, durante el Bogotazo, los Glauser defendieron su joyería del saqueo con chorros de agua.

En los años noventa, cuando la inseguridad y las crisis económicas golpeaban el comercio, se reinventaron. Y en la pandemia, la digitalización les permitió seguir vendiendo gracias a una estrategia de comercio electrónico y atención personalizada por WhatsApp, que extendió el lujo a la virtualidad sin perder la esencia de la atención boutique.

 

Hoy el grupo combina tiendas físicas en los principales centros comerciales premium del país —como Andino y El Retiro en Bogotá o Buenavista en Barranquilla— con una sólida presencia digital. La expansión no se ha basado en abrir más puntos, sino en fortalecer la experiencia. En palabras de Andrés Glauser, “la expansión no fue una carrera, fue una curaduría”. Cada tienda refleja el carácter de la marca: vitrinas elegantes, asesoría paciente, servicio técnico certificado y una atmósfera donde el tiempo se percibe como arte. La empresa es también un ejemplo de gobernanza familiar formalizada, con un protocolo de familia elaborado junto a una firma legal reconocida, que regula la sucesión, la participación accionaria y la vinculación de las nuevas generaciones.

El relevo generacional está en marcha. Juliana, una de las representantes de la quinta generación, lidera proyectos de innovación en diseño y comercialización de esmeraldas colombianas, reforzando la identidad nacional dentro de una marca tradicionalmente asociada al lujo suizo. Este equilibrio entre lo global y lo local le ha permitido al grupo fortalecer su narrativa: relojes suizos, pero alma colombiana. Hoy, las colecciones de joyas con esmeraldas de Muzo y Chivor son símbolo de elegancia, pero también de sostenibilidad y orgullo nacional.

 

El futuro del Grupo Glauser se sustenta en tres ejes: relevancia, reputación y renovación. Relevancia, porque ha sabido mantener su posición en el mercado frente a competidores globales; reputación, porque el apellido Glauser sigue siendo sinónimo de confianza; y renovación, porque las nuevas generaciones entienden que el lujo también debe dialogar con la tecnología y la cultura contemporánea. Su ecosistema —Disuiza y TSQ— combina la relojería de precisión con la joyería artesanal, el legado europeo con la creatividad colombiana, y la tradición familiar con la gestión empresarial moderna.

Para Leopoldo Vargas Brand CEO de Mall & Retail, “En el universo del retail, pocas compañías pueden presumir de haber sobrevivido más de un siglo con el mismo apellido en su fachada. Glauser lo ha hecho con discreción y excelencia, cultivando un patrimonio intangible basado en la confianza, el servicio y el respeto por el oficio. Su historia demuestra que el tiempo, cuando se cuida con la paciencia de un relojero, se convierte en el mejor activo. Por eso, más que una empresa, Glauser es un símbolo: una familia que ha hecho del tiempo su materia prima y del lujo, su forma de expresión”.

 

Fuente: Mall & Retail

 

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