La Navidad no solo es una época de unión familiar y celebración. Para el sector retail y, en particular, para los centros comerciales, representa el punto más alto del año en términos de tráfico, ventas e interacción con los visitantes. Cada árbol, cada guirnalda y cada destello de luz son parte de una estrategia cuidadosamente diseñada para conectar emocionalmente con las personas y transformar los espacios en escenarios de experiencias memorables. No se trata simplemente de adornar, sino de inspirar, sorprender y generar motivos para visitar, comprar y compartir.

En Colombia, los centros comerciales se han convertido en verdaderos epicentros sociales. En ellos se concentran el entretenimiento, la gastronomía y el comercio organizado. Durante la temporada navideña, su papel se amplifica: las familias los eligen como punto de encuentro, las marcas lanzan sus campañas más ambiciosas y el consumidor, influenciado por el ambiente festivo, incrementa sus niveles de gasto.
Las cifras hablan por sí solas: los 21 principales centros comerciales de Bogotá destinaron en 2024 más de $54.691 millones en inversión de mercadeo, de los cuales cerca del 30% —unos $16.400 millones— correspondieron exclusivamente a decoración navideña. Este dato refleja la relevancia que ha adquirido la ambientación en la estrategia comercial de los malls.
La decoración navideña no solo atrae miradas, sino que genera tráfico y prolonga las visitas. Los estudios de comportamiento de Mall & Retail indican que, en diciembre, los visitantes no solo compran más, sino que permanecen un 25% más de tiempo dentro de los centros comerciales respecto al promedio anual. Esto se traduce en un mayor número de transacciones y en un incremento del ticket promedio.
Para este diciembre, las proyecciones señalan un crecimiento del 10% en tráfico frente a 2024 y un aumento del 15% en ventas durante la temporada, impulsadas por nuevas marcas, experiencias temáticas y campañas de fidelización centradas en la magia navideña.
Pero el efecto de las decoraciones va más allá de la estética. En un mercado cada vez más competitivo, los centros comerciales compiten por emociones y no solo por metros cuadrados. La capacidad de transmitir sensaciones, de crear entornos inmersivos y de generar recordación es un activo intangible que se traduce en resultados tangibles. En palabras de Leopoldo Vargas Brand, director de Mall & Retail, “el tráfico que se registra en diciembre puede representar cerca del 24% del total anual, una cifra que ilustra la magnitud de esta temporada para la industria”. Por eso, cada año los equipos de marketing y diseño se enfrentan al reto de crear montajes espectaculares, sostenibles y diferenciadores.
En ese contexto, la quinta edición del Concurso de Decoración Navideña “Mall & Navidad 2025”, organizado por Mall & Retail, se consolida como el evento más importante del país para reconocer el talento, la creatividad y la innovación de los centros comerciales en esta materia. Este certamen no solo exalta la belleza de los montajes, sino que promueve el diseño responsable, la integración de materiales reciclables y la conexión emocional con los visitantes. La presidencia del jurado estará nuevamente a cargo del diseñador Ricardo Ávila, fundador de Espacios & Tendencias, considerado uno de los interioristas más influyentes de Latinoamérica.

“Con este concurso queremos hacer visibles los maravillosos trabajos que desarrollan los centros comerciales de nuestra querida Colombia, que sin duda están a la altura de los mejores del mundo”, afirma Ávila. Su mirada combina el diseño escenográfico con la creación de atmósferas multisensoriales que estimulan la interacción. Bajo su dirección, el comité evaluador valorará aspectos como la creatividad, la innovación, la sostenibilidad, la armonía visual y la generación de experiencias inmersivas para los visitantes.

De los 35 principales centros comerciales de la capital (incluyendo Soacha y Chía), se seleccionarán diez finalistas que competirán por el primer lugar el próximo 22 de diciembre.
Cada propuesta será evaluada no solo por su impacto visual, sino también por su coherencia conceptual y su capacidad de integrar a las comunidades locales. En esta edición, el concurso busca destacar aquellos proyectos que logren conjugar el arte del diseño con la responsabilidad ambiental y el compromiso social, dos atributos cada vez más valorados por los consumidores de hoy.
La importancia de este reconocimiento radica en su capacidad de elevar los estándares del retail colombiano. Las decoraciones navideñas ya no se conciben como un gasto, sino como una inversión estratégica. Son el punto de partida de una narrativa comercial que, además de impulsar las ventas, fortalece la identidad de marca de cada centro comercial y consolida su papel como espacios de encuentro y experiencias. Los ganadores del concurso, además de recibir visibilidad mediática, se posicionan como referentes en creatividad e innovación dentro del ecosistema de los malls del país.
La temporada navideña, en consecuencia, es mucho más que un cierre de año: es la oportunidad de encender emociones, atraer visitantes y dinamizar la economía. Las luces, las fachadas decoradas, los árboles monumentales y los shows temáticos son hoy el lenguaje con el que los centros comerciales hablan a millones de colombianos. En cada decoración hay una historia que se cuenta y un mensaje que invita a volver. Y, detrás de cada montaje, hay una industria vibrante que une al diseño, la gestión comercial y la emoción colectiva bajo una misma palabra: Navidad.
Fuente: Mall & Retail