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El mercado colombiano de barras de café vive un momento clave. En un país reconocido mundialmente por producir uno de los mejores cafés del planeta, el consumo interno sigue sin alcanzar el ritmo de otros países cafeteros, lo que abre una ventana de oportunidad para las marcas que operan tiendas especializadas y barras de café.

Con una economía que se ajusta y un consumidor más atento a la relación calidad–precio, las principales cadenas enfrentan el reto de consolidar tráfico, ampliar su propuesta de valor y capturar un mayor porcentaje del consumo nacional. En este contexto, marcas como Juan Valdez, Café Quindío y Starbucks cierran el año con balances positivos y con estrategias que buscan fortalecer tanto el mercado local como su posición en el ecosistema del retail gastronómico.
Colombia consume en promedio 2,2 kilogramos de café per cápita al año, una cifra que, aunque relevante, muestra un rezago si se compara con mercados como Costa Rica (4 kilos) o Brasil (5,9 kilos). Esta brecha, más que un problema, se ha convertido en una oportunidad: la Federación Nacional de Cafeteros ha lanzado un llamado para que el café colombiano sea incorporado al Programa de Alimentación Escolar, replicando el modelo brasileño donde la política pública permitió duplicar el consumo en dos décadas. Si esta estrategia prospera, las barras de café podrían experimentar un crecimiento orgánico impulsado por una mayor familiaridad del consumidor con el producto, una tendencia que favorecería especialmente a las marcas con mayor presencia territorial.
El comportamiento del sector cafetero también influye directamente en las marcas de consumo. Este año cafetero cerró con una producción récord de 14,8 millones de sacos, la más alta en 33 años. Sin embargo, el sector se prepara para una disminución natural debido al ciclo bienal del cultivo y a las condiciones climáticas adversas. Para las marcas con barras de café esto implica un entorno donde los precios del grano pueden mostrar mayor volatilidad, lo que obligará a una gestión eficiente de inventarios y contratos de suministro.
Aun así, el dinamismo exportador —13,2 millones de sacos vendidos y US$5.500 millones en divisas— mantiene robusto al ecosistema, lo que beneficia asociaciones de marca, experiencias de origen y narrativas de sostenibilidad que las barras de café han adoptado con éxito.
En este panorama, Juan Valdez continúa liderando el mercado colombiano con un desempeño excepcional. La marca reportó ingresos operacionales de $637.832 millones a septiembre, con un crecimiento del 18% interanual. Pero el dato más significativo está en las utilidades: $56.290 millones, un incremento del 41%. Este comportamiento refleja una combinación de variables: mayor rotación en grandes superficies, fortalecimiento de los clientes institucionales, ampliación del portafolio premium y una estrategia de penetración en nuevas codificaciones. Para el cierre del año, la marca espera mantener el ritmo, especialmente en categorías como bebidas frías, cápsulas y cafés diferenciados, mientras las tiendas físicas siguen siendo el corazón de la experiencia de marca, apalancadas por la temporada navideña, que históricamente incrementa tráfico y ticket promedio.
Café Quindío, por su parte, vive uno de los momentos más importantes de su historia. Con más de tres décadas en operación, la compañía pasó de ser una pionera en café premium a convertirse en un actor relevante tanto en el canal institucional como en el retail. Su participación del 14% en el segmento de cafés premium para el hogar confirma el posicionamiento de la marca, mientras que en el canal de tiendas físicas proyecta cerrar 2025 con 60 establecimientos. Su apuesta de internacionalización, con planes de abrir entre dos y tres tiendas adicionales en Arabia Saudita, es un ejemplo del creciente interés global por el café colombiano y de cómo las barras de café nacionales comienzan a competir en mercados donde predominaban las cadenas globales. Para el cierre del año en Colombia, Café Quindío espera que la temporada navideña impulse especialmente las líneas de bebidas especiales y productos empacados.

En el caso de Starbucks, la marca ya completa 11 años en Colombia con 70 tiendas y cerca de 700 colaboradores, consolidándose como un jugador de alto impacto. Su estrategia se diferencia por su enfoque en sostenibilidad, con más de 25 tiendas bajo el estándar Greener Stores, que incorpora materiales de bajo impacto ambiental, manejo eficiente del agua y reducción de emisiones. Esta narrativa conecta de manera potente con los consumidores jóvenes y con el público corporativo que privilegia marcas alineadas con prácticas ESG. Además, Starbucks avanza en fortalecer su ecosistema digital, con un énfasis en delivery, formatos Drive Thru y experiencias personalizadas basadas en datos. Para el cierre de año, la marca proyecta que estas extensiones del canal físico incrementen la frecuencia y profundicen el vínculo con clientes que consumen café de manera cotidiana, no solo aspiracional.

Al analizar el comportamiento agregado del mercado, las barras de café muestran un año de recuperación sostenida y de crecimiento sólido en tráfico, especialmente en centros comerciales donde los picos de consumo se concentran en horas laborales y fines de semana. Para diciembre, la industria prevé un cierre positivo, apalancado en el aumento del flujo de visitantes, el consumo estacional, el turismo doméstico y la preferencia del consumidor por experiencias sociales en entornos seguros y de cercanía. Aunque el consumo interno de café aún tiene un amplio margen para crecer, las marcas están construyendo un ecosistema robusto, donde la calidad, la sostenibilidad, la experiencia y la omnicanalidad son los elementos que definen quién captura mayor valor.
En síntesis, el cierre de año para el mercado de barras de café en Colombia será favorable, con indicadores de crecimiento tanto en ventas como en tráfico.
Juan Valdez se consolida como líder con un desempeño financiero sobresaliente, Café Quindío avanza en expansión y posicionamiento premium, y Starbucks se diferencia a través de sostenibilidad y estrategia digital. Con un consumidor más informado y un entorno competitivo dinámico, el 2025 se perfila como un año donde la innovación, la experiencia y el origen marcarán la hoja de ruta del sector.
Fuente: Mall & Retail.
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