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Al final de cada año, Mall & Retail comparte un balance de los hechos que definieron el comportamiento del retail colombiano. Este análisis permite revisar cómo evolucionó la industria, identificar las dinámicas que incidieron en su desempeño y proyectar escenarios hacia 2026, con el propósito de reforzar la capacidad de adaptación del sector en un mercado que cambia más rápido que nunca.

En esta edición, uno de los elementos centrales que marcó el pulso del consumo fue la acelerada transformación demográfica que atraviesa el país, cuyos efectos comienzan a sentirse de forma más clara en los hábitos de compra, en la estructura de los hogares y en el desempeño de varias categorías del retail.
Las proyecciones actualizadas del Dane muestran que Colombia avanza hacia un punto de inflexión: la población alcanzará su máximo en 2043 con 56,04 millones de habitantes, para luego iniciar un descenso sostenido que llegaría a 50,59 millones en 2070. Aunque hoy seguimos sumando habitantes —de 48,26 millones en 2018 a 53,05 millones estimados para 2025— la velocidad de este crecimiento se reduce año tras año.
La tasa de crecimiento poblacional pasó de 1,75% en 2018 a un escenario de decrecimiento proyectado de -0,75% en 2070. Esto confirma que el país está envejeciendo a un ritmo más acelerado del previsto, lo que está reconfigurando la demanda de productos y servicios en todo el ecosistema del retail.
Un factor decisivo de este cambio es la notable caída en el número de nacimientos. Solo entre 2019 y 2024 los nacimientos se redujeron 31%, llevando la tasa de fertilidad a 1,1 hijos por mujer, muy por debajo de la tasa de reemplazo de 2,2.
Este es un fenómeno determinante para el mercado: cada generación será más pequeña que la anterior, afectando categorías tradicionalmente robustas como moda infantil, juguetes, maternidad y educación temprana. Empresas como Offcorss ya han comenzado a diversificar sus portafolios hacia segmentos con mayor proyección, como productos para mascotas, mientras fortalecen estrategias de internacionalización para mantener escala.
Este panorama demográfico también redefine el tamaño y la composición de los hogares. Crece la presencia de hogares unipersonales, parejas sin hijos y adultos mayores que toman decisiones de compra con prioridades diferentes: bienestar, conveniencia, salud, gastronomía, mascotas, experiencias y tecnología. El gasto no desaparece, pero muta hacia categorías más alineadas con estilos de vida modernos, lo que obliga a las marcas a replantear surtidos, ajustar estrategias omnicanal y profundizar en la personalización.

Dentro de estas nuevas realidades destaca el mercado de mascotas, uno de los segmentos más dinámicos y atractivos del retail colombiano. La humanización de los animales de compañía, la búsqueda de nutrición premium, el interés por servicios veterinarios especializados y la creciente recurrencia en compras digitales han consolidado a este mercado como un motor de crecimiento en 2025. Los retailers especializados fortalecen su infraestructura, amplían formatos y desarrollan ecosistemas de fidelización, mientras las grandes superficies incluyen surtidos más amplios y profundos para capturar una demanda en expansión constante.
Al mismo tiempo, el envejecimiento poblacional y la reducción de cohortes jóvenes están presionando transformaciones estructurales en sectores como salud, educación, vivienda y bienestar. Para el retail, esto se traduce en oportunidades en categorías como cuidado personal avanzado, productos ergonómicos, servicios de salud preventiva, gastronomía saludable y experiencias culturales.
Los centros comerciales están ajustando su tenant mix, privilegiando restaurantes, clínicas especializadas, espacios de coworking, gimnasios y tiendas de mascotas, en detrimento de segmentos con menor proyección de crecimiento estructural.
En términos de comportamiento, el consumidor colombiano de 2025 es más racional, más informado y más digital. La combinación de hogares más pequeños y una economía que exige decisiones de gasto más cuidadosas ha impulsado un consumo planificado, con mayor énfasis en el valor, en las marcas con propósito y en la conveniencia. El comercio electrónico, por su parte, se consolida como una herramienta esencial para comparar, elegir y comprar sin fricciones, complementando la experiencia presencial en formatos físicos.
Así, el balance demográfico y de hábitos de consumo de 2025 confirma que Colombia avanza hacia un nuevo mapa del retail, donde el tamaño de la población, su edad, la configuración de los hogares y la irrupción de nuevas categorías moldean la estrategia de las marcas.
Para el sector, comprender estas señales no es opcional: es un requisito para anticipar la demanda, ajustar el portafolio y capturar las oportunidades de un mercado que, aunque más complejo, ofrece amplios espacios de crecimiento para quienes lean a tiempo las tendencias.
Fuente: Mall & Rertail