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El 2025 cerrará como uno de los años más reveladores para el comercio electrónico colombiano. En un entorno donde la desaceleración económica puso a prueba la resiliencia de múltiples sectores, el ecommerce volvió a destacar como motor de modernización, eficiencia y competitividad para el retail.

Las principales marcas del país fortalecieron sus estrategias digitales y consolidaron un modelo omnicanal que hoy representa entre el 12 % y el 25 % de sus ventas totales, dependiendo de la categoría. Sectores como moda, tecnología, belleza y hogar ampliaron su participación online, mientras supermercados y mejoramiento del hogar avanzaron hacia modelos híbridos donde el canal digital continúa ganando relevancia, aunque desde bases más moderadas.
El desempeño del año estuvo marcado por la expansión de la infraestructura tecnológica, la masificación de los pagos digitales y la mayor sofisticación del consumidor. Plataformas como PSE alcanzaron un nivel histórico de adopción, integrándose como un método de pago cotidiano. Al cierre del tercer trimestre, el 56 % de las operaciones online se realizaron a través de transferencias bancarias y billeteras digitales, una señal inequívoca de que el ecosistema de pagos dejó de ser accesorio para convertirse en columna vertebral del comercio electrónico.
En este contexto, las marcas más relevantes del retail nacional reportaron crecimientos diferenciales. En moda y calzado, el canal digital llegó a representar cerca del 20 % de las ventas totales de las cadenas líderes, impulsado por plataformas robustas, mejor experiencia de usuario y modelos logísticos más ágiles. En tecnología, la participación del ecommerce supera ya el 25 %, apalancada por el alto ticket promedio y la preferencia del consumidor por comparar precios en línea. En supermercados, aunque la operación física sigue siendo hegemónica, el canal online cerrará el año con una participación cercana al 8 %, favorecido por la expansión de los modelos de compra rápida, entregas programadas y nuevas opciones de pago inmediato.
La jornada del 28 de noviembre registró más de un millón de transacciones únicamente a través de PSE en la categoría de compras, cifra que marcó un crecimiento del 5 % respecto a 2024. Este desempeño evidenció que los consumidores colombianos no solo están más digitalizados, sino también más confiados y dispuestos a utilizar canales electrónicos en fechas de alta demanda.

Las categorías más dinámicas fueron tecnología, moda y hogar, con incrementos de doble dígito y una clara inclinación hacia compras anticipadas y comparadas con rigurosidad entre múltiples plataformas.
La valoración de ACH Colombia coincide en que el 2025 consolidó un cambio estructural en las preferencias de pago. La masificación de soluciones seguras y la integración más natural entre comercios y plataformas tecnológicas permitieron mejorar la conversión y reducir la fricción en los procesos de compra. Para la industria tecnológica, estas jornadas también validaron la importancia de seguir invirtiendo en seguridad digital, prevención de fraude, autenticación avanzada y acompañamiento a usuarios cada vez más informados.
La Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE) proyecta que el ecommerce cerrará el año con un crecimiento cercano al 12 %, alcanzando ventas por 105 billones de pesos. Esta dinámica refleja la madurez del sector, pese a desafíos como la inflación, el tipo de cambio y los debates regulatorios en torno a gobernanza digital, protección de datos e inteligencia artificial. Aun así, los comercios fortalecieron su infraestructura, ampliaron centros de distribución, mejoraron tiempos de entrega y masificaron herramientas de analítica, automatización e inteligencia artificial para optimizar inventarios, anticipar demanda y mejorar la experiencia del cliente.
El 2025 también estuvo marcado por la mayor presión competitiva de plataformas globales como Temu, Shein, AliExpress y Alibaba, que intensificaron la discusión sobre competitividad, equidad regulatoria y sostenibilidad del comercio digital nacional. Sin embargo, esta misma competencia impulsó a los comercios colombianos a mejorar su propuesta de valor, sofisticar su operación y avanzar hacia modelos omnicanal que integran tienda física, ecommerce y marketplaces.
De cara al 2026, los retos incluyen profundizar la digitalización de las mipymes, fortalecer la seguridad en todos los eslabones del ecosistema y avanzar en regulaciones coherentes con la realidad tecnológica del país. Pero el balance del año deja un mensaje claro: el comercio electrónico ya no es un canal alternativo, sino un componente estructural del Retail colombiano, capaz de dinamizar ventas, ampliar mercados y elevar la competitividad del sector.
Fuente: Mall & Retail