El concepto de “ciudad de los 15 minutos” se puso de moda, por cuenta de la discusión que se está dando actualmente en la aprobación del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que la Alcaldesa de Bogotá presentó al Concejo de la Ciudad.
¿Pero qué significa este concepto?
Para Leopoldo Vargas Brand Gerente de Mall & Retail, la “Ciudad de los 15 minutos” ha tomado mucha fuerza en el mundo entero como respuesta a la crisis climática y en especial a la crisis sanitaria del Covid, que ha obligado a limitar desplazamientos y a vivir de una manera diferente. De ahí la urgencia de encontrar necesidades esenciales cerca de casa, de limitar los riesgos de contaminación propios del transporte y los lugares públicos.
La idea central del concepto, es que permite tener varias centralidades en la ciudad y que pongan al alcance del ciudadano varios servicios en un radio de 15 minutos a pie, en bicicleta o en otro medio de transporte.
Así las cosas, la persona podría tener cerca de su vivienda su lugar de trabajo, de comercio, de ocio, de encuentro social, de acceso a la salud y educación y de otros servicios.
“Se busca generar inmediatez en el acceso a muchos servicios ampliando los usos múltiples y usos complementarios, lo cual tendrá un impacto en la promoción de nuevos centros comerciales de proximidad”, señala Vargas.
Mall & Retail, ha invitado a Juan Camilo Alvarez CEO y Cofundador del “Pento Desarrollo de Proyectos” empresa con amplia experiencia en la estructuración, gerencia y comercialización de centros comerciales de conveniencia, para que analice los efectos que tendría para la industria, la aprobación del marco jurídico de norma urbana de Bogotá.
Cómodo, rápido y fácil…
Cada vez se hace más habitual escuchar este tipo de comentarios en nuestro día a día, similar al popular bueno bonito y barato, y es que estamos en la generación de la inmediatez, en la que se nos volvió una costumbre tener todo a la mano, en la que no queremos esperar por nada, ¿será esto algo que llegó para quedarse?
Colombia es un país de países, bien sabemos que hay diferencias abismales entre las culturas barranquillera, capitalina, caleña y paisa (por centrarnos en las principales ciudades del país).
Su factor común es el crecimiento acelerado de cada una de ellas, el cual incluyendo áreas metropolitanas superan los 2’000.000 de habitantes (esto en cualquier parte del mundo ya es una ciudad importante), crecimiento muy similar al de la mayoría de las ciudades latinoamericanas cuyo predominio ha sido el desarrollo desordenado con ineficiencias e inequidad en el territorio, restringiendo el acceso de los ciudadanos que se encuentran más alejados al centro de la ciudad.
Es de este crecimiento vertiginoso del que nacen las centralidades urbanas, las cuales no son más que espacios multifuncionales y autosuficientes que se ubican en distintos puntos de la ciudad y buscan balancear la distribución de equipamientos, empleo, vivienda, comercio y servicios para reducir los costos y tiempos de desplazamiento acompañados de sistemas de transporte sostenible cuyo objetivo es descentralizar las actividades de la ciudad.
Históricamente las plazas municipales han sido el centro por excelencia de la vida urbana. En ellas se concentran gran cantidad de actividades sociales, comerciales y culturales, convirtiéndose en el eje de toda centralidad, el punto de encuentro y el foco del comercio de calle (que a nuestro juicio nunca desaparecerá, por el contrario, se consolidará).
En Pento entendimos desde hace varios años que el comercio de calle tal como lo vemos actualmente llego para quedarse convirtiéndose en la nueva generación de malls de conveniencia y para eso creamos la marca Mixy, que se alinea completamente con la cultura actual de la inmediatez, y nos reta a recrear experiencias que integren alimentos y servicios en espacios abiertos, simples y con una mezcla comercial perfectamente pensada para que el cliente encuentre soluciones a la medida de sus necesidades.
Nuestro país sin duda requiere ecosistemas integrados de ciudad, donde en radios cortos (de 15minutos tal como lo está planteando el POT de Bogotá) podamos encontrar vivienda, oficinas, servicios, comercio y entretenimiento completamente integrados y pensados con fines operativos y de largo plazo.
Estamos ávidos de tierra, de allí sus altos costos lo cual requiere integraciones público-privadas que incentiven el desarrollo hacia el interior de manera integral y sostenible con mecanismos viables que fomenten el crecimiento sostenible, pero sobre todo, que generen una mejor calidad de vida para todos.
Estas centralidades urbanas, vistas como unos oasis en medio de un día a día “afanado”, se vuelven un reto para los desarrolladores, constructores, retailers y marcas, no solo desde el punto de vista de entretenimiento y experiencias de marca más completas, sino también desde el aporte al medio ambiente, encontrando menores desplazamientos que liberan contaminación e invitando a los vecinos a llegar en bicicleta o caminando.
Por último y no menos importante, quisiera resaltar la oportunidad de entregarle a las personas “más tiempo”, al no tener que ir muy lejos para encontrar lo que necesitan… tiempo “extra” que puede volverse productivo para salir del día a día y desarrollar otras actividades.
Esta visión busca evitar satanizar la inmediatez, invitando a hacer algo productivo con el tiempo ganado y evidenciando las oportunidades que tenemos como país de seguir evolucionando desde diferentes ópticas, aprovechando las nuevas realidades y tendencias.
Fuente: Juan Camilo Alvarez CEO y Cofundador de Pento, para Mall & Retail.
