La inseguridad alimentaria es un drama que ataca a familias en toda Colombia y el problema se exacerbó en medio de la inflación desbordada que vive el país desde 2021.
Según el Dane, solo el año pasado a 28 de cada 100 hogares en el país se vieron obligados a mermar la cantidad y la calidad de los alimentos porque el bolsillo no daba abasto para cubrir la canasta básica completa.
En ese contexto que enmarca las vidas de miles de colombianos, Santiago Tobón y Álvaro Rodríguez crearon Vaale, una fintech que les permite a los usuarios tener un cupo crediticio para comprar alimentos en tiendas y minimercados.
En línea con esa solución que están ofreciendo, su empresa de base tecnológica fue elegida como una de las 30 mejores en Startco 2023, una plataforma de negocio en la que los emprendedores presentan sus propuestas y atraen inversionistas.
Pero eso no es todo, los dos cofundadores llamaron la atención de Techstars, una de las aceleradoras más reconocidas del mundo y lograron que JP Morgan, uno de los más grandes bancos de inversión en todo el globo, se interesara en su startup e invirtiera en ella.
Modelo de operación
Pero, ¿cómo funciona esta financiera tecnológica y por qué llama la atención? En conversación con este diario, Santiago Tobón explicó que él y su socio querían trabajar por un sistema financiero más inclusivo.
Entonces lanzaron Vaale en mayo de 2022. Básicamente, se trata de un medio de pago y una red transaccional. La plataforma ofrece un cupo de $100.000 que los usuarios pueden utilizar en quincena en cualquiera de los más de 600 comercios aliados.
“Para una amplia mayoría de las personas llegar a la quincena es un problema. Y no solo ocurre entre las poblaciones más vulnerables, la diferencia es cómo resolvemos ese problema. Hay quienes lo hacen con tarjeta de crédito, pero para el 70% de los colombianos esa solución no es posible porque permanecen sub-bancarizados y acuden al sistema informal para completar los víveres”, indicó el creador.
Precisamente, arrebatarles esos jefes de hogar a los prestamistas informales que cobran intereses por encima de la tasa de usura es una de las misiones que se fijaron los cofundadores de Vaale, que además fue creada en Medellín.
Santiago detalló que la fintech no desembolsa dinero directamente a los usuarios, sino que les paga a los establecimientos comerciales y así habilitan ese cupo de $100.000 que puede dividirse como el comprador lo desee; una parte puede destinarla a alimentos, otra a productos farmacéuticos y hasta sirve para comprar productos de ferretería.
Así mismo, quienes usan la alternativa pueden escoger en cuál de las dos quincenas van pagar lo que adeudan y así vuelven a liberar el cupo para tenerlo disponible una vez más.
Usuarios buena paga
En toda actividad financiera existe el riesgo de impago. Y aquí, por tratarse de usuarios a los que no les solicitan prendas de garantía como en la banca tradicional, la cartera por recaudar puede estar peligrando mucho más.
Sin embargo, Santiago Tobón hizo notar que hoy día registran cerca de 8.000 usuarios que mueven más de 28.000 transacciones y han evidenciado muy buen comportamiento en los pagos.
Aun así, no todo se lo dejan a la buena fe de los usuarios, utilizan un fondo de cobertura para manejar ese riesgo de incumplimiento y lo van a alimentando con cada ingreso.
Adicionalmente, de acuerdo con el cofundador, la tecnología que desarrollaron les permite hacer evaluaciones de crédito más precisas: “Podemos determinar la probabilidad de pago de quien va a comprar leche y huevos, que es muy distinta a la probabilidad del que va a comprar un televisor”.
Doble ganancia.
Uno de los logros destacados que está teniendo Vaale tiene que ver con la modernización de los pequeños comercios que no aceptan otros medios de pago distintos al efectivo.
Un estudio denominado “Tendencias de pago en América Latina” hizo notar que el dinero físico sigue reinando en varios países porque la infraestructura para procesar tarjetas y transferencias es inaccesible en el caso de las tiendas más pequeñas.
La tecnología de Vaale les ha permitido a más de 600 comercios aumentar la base de clientes porque el 80% de ellos no acepta tarjetas. Es decir, la fintech les ayuda a las personas que necesitan crédito para el mercado u otras compras esenciales, pero también acelera la adopción de pagos diferentes al efectivo. Por ello es uno de los emprendimientos tecnológicos con más proyección en Colombia.
Actualmente, esta solución llega a barrios de Medellín como San Javier, Buenos Aires, Villa Hermosa y Robledo. También está disponible en Apartadó y en la localidad de Suba (Bogotá).
Tobón indicó que para el cierre de este año esperan una mayor penetración en el área metropolitana, alcanzar unas 200.000 transacciones y sumar 70.000 usuarios.
Fuente: El Colombiano
