Mall & Retail

Home
>
Actualidad
IBAGUé APUNTA A SER EL NUEVO EPICENTRO DE LA MODA DE COLOMBIA

Medellín y Bogotá son las capitales de la moda en Colombia. Según cifras de Inexmoda, el 44% de la producción textil del país está centrada en Antioquia. Ambas ciudades son protagonistas anualmente de dos de las ferias de moda más importantes de Latinoamérica: Colombiamoda, que se desarrolla en Medellín, y Bogotá Fashion Week, en la capital. A esto se suma que seis de las 10 empresas más grandes de esta industria en el país nacieron en alguna de estas capitales: Leonisa, GCO, Grupo Crystal y Arturo Calle, en Medellín; y Koaj y Lili Pink, en Bogotá.

Pero a inicios de la década de los 90 otra ciudad se erigió como capital de la moda del país y aunque las crisis económicas y de industria le hicieron perder su distinción, hoy avanza con el propósito de recuperarla. Se trata de Ibagué. La capital del departamento del Tolima trabaja desde hace una década con un proyecto que busca potenciar el sector moda en ese territorio, de cara al potencial económico que esta industria presenta.

 

Cifras de Inexmoda, Raddar y Sectorial indican que en el país las exportaciones del sistema moda (textiles, confecciones, calzado, marroquinería y accesorios) han alcanzado una cifra promedio anual de 788 millones de dólares entre 2019 y 2023. Como resultado de un promedio de exportaciones anuales de 67 millones de kilogramos a un precio medio de 11,7 dólares por kilogramo.

La moda colombiana llega a 167 destinos en el mundo. Entre los cuales están: Estados Unidos (36%), Ecuador (17%), México (10%), Perú (7%), Costa Rica (5%) y Brasil (4%) como los principales seis compradores, sumando el 79% de participación. En ese contexto, Tolima participa con exportaciones que en 2023 alcanzaron los 800.000 dólares, un 1% del mercado total del país. La cifra es prometedora, pero sigue teniendo de lado muchos retos.

 

Construir empresas globales.

 

En el proceso de convertir a Ibagué y al Tolima en el nuevo centro de la moda colombiana, los expertos destacan retos importantes. El principal de ellos, de acuerdo con datos de la Cámara de Comercio de Tolima, es la formalización de los miles de talleres de confección que hoy tiene la ciudad y que se dedican principalmente a maquilarAl menos un 50% de ellos no estarían registrados en las Cámaras de Comercio del departamento.

 

Además, pese a que registros de la Cámara de Comercio de Ibagué (CCI) indican que, con corte al 31 de diciembre del año pasado, en el departamento había 2.440 empresas dedicadas a ese sector, las exportaciones fueron realizadas solo por 13 compañías, que exportaron 20 tipos de productos a nueve países. Ecuador, Puerto Rico y Estados Unidos son sus principales mercados.

 

Entre las empresas internacionales que más importan productos de moda desde el Tolima se encuentran: Prime trading (EE. UU.), Milboots (Ecuador) y Patagonia (EE. UU.).

Para Juan Fernando Loaiza, investigador y asesor Inexmoda, esto se debe a que en muchos casos no se desarrolla el potencial de ‘paquete completo’ en confección y maquila, que genera valor agregado a la operación local y abre las puertas a la internacionalización. Es decir, muchas empresas continúan solo en el ensamble de las piezas, sin desarrollar diferenciales que sigan potenciando la vocación de la región.

 

“En el negocio de la maquila termina imponiéndose la diferenciación por precio y se pierden nuestros atributos relevantes y diferentes de la propuesta de valor del paquete completo: capacidad creativa y de diseño, conocimiento del negocio del cliente, conocimiento del consumidor final, flexibilidad operativa, velocidad y control de inventarios”, explica.

 

Por actividad económica, a lo que más se dedican las empresas de esa región, según la CCI es a la manufactura, con más de 900 empresas en ese renglón, seguido del acabado de productos textiles y la tejeduría de estos productos. Juntas generan 11.160 empleos, aunque desde la Gobernación del Tolima aseguran que la cifra ya alcanzaría los 14.000.

Para Juan Fernando Loaiza, investigador y asesor Inexmoda, esto se debe a que en muchos casos no se desarrolla el potencial de ‘paquete completo’ en confección y maquila, que genera valor agregado a la operación local y abre las puertas a la internacionalización. Es decir, muchas empresas continúan solo en el ensamble de las piezas, sin desarrollar diferenciales que sigan potenciando la vocación de la región.

 

“En el negocio de la maquila termina imponiéndose la diferenciación por precio y se pierden nuestros atributos relevantes y diferentes de la propuesta de valor del paquete completo: capacidad creativa y de diseño, conocimiento del negocio del cliente, conocimiento del consumidor final, flexibilidad operativa, velocidad y control de inventarios”, explica.

 

Por actividad económica, a lo que más se dedican las empresas de esa región, según la CCI es a la manufactura, con más de 900 empresas en ese renglón, seguido del acabado de productos textiles y la tejeduría de estos productos. Juntas generan 11.160 empleos, aunque desde la Gobernación del Tolima aseguran que la cifra ya alcanzaría los 14.000.

Los casos de éxito.

 

El punto de inflexión del desarrollo de la industria de moda en el Tolima fue la tragedia de Armero, en 1985. La erupción del volcán Nevado del Ruiz, considerada el mayor desastre natural en la historia de Colombia con más de 25.000 fallecidos, devastó al departamento y generó medidas especiales para recuperarlo social y económicamente.

 

Una de ellas fue la exención de impuestos para el sistema económico de esa región, que implementó el Gobierno Nacional a finales de ese año. Eso generó que empresas de otras regiones como Fibratolima, Fabricato, Texpinal y Fatextol se constituyeran en Ibagué.

 

Con la llegada de esos jugadores, el mercado, que ya era dinámico por su vocación algodonera, vivió un impulso con el nacimiento de cientos de talleres de confección en la ciudad. Sin embargo, al terminarse la ley de exención, algunas de esas empresas volvieron a su lugar de origen y otras terminaron desapareciendo. La salida de los ‘gigantes’ de la confección dejó a miles de personas sin trabajo y se creó una crisis en el sector que terminó frenando el desarrollo de esa industria en la región.

A partir de ese momento se empezaron a crear iniciativas locales como el Clúster de Moda y Confección, de la CCI, que se preocupa por el desarrollo de la industria desde la producción de materias primas, como el cultivo del algodón, hasta la comercialización a través de marcas propias que generen valor agregado y se tomen el país con sus propuestas.

 

 

En ese contexto nacieron grandes jugadores como Tomaticos, Roott + Co, Pigmento, entre otras. Fueron ellas quienes finalmente eliminaron la reputación de industria textil de la región y consolidaron la nueva visión de sistema moda, involucrando a toda la cadena de valor.

 

Caso Roott + Co.

 

La empresa fundada hace 28 años por César Ramos alcanzó ventas por $150.000 millones en 2023 sin exportar ni una prenda. Nació como un negocio pequeño en el San Andresito de Ibagué y a la fecha tiene 100 puntos de venta en toda Colombia.

 

Como otras empresas de la región, inició comprándoles a maquiladores y vendiendo bajo su marca Roott+Co. Hoy sigue manteniendo parte de esos inicios en el modelo de negocio actual: más de 60 maquiladores producen parte de las prendas de Roott+Co. La diferencia es que ahora la mayor parte del catálogo se fabrica en una planta de producción propia ubicada en Ibagué. Actualmente el 90% de su oferta es hecha en Colombia, mientras que el 10% restante se fabrica en China: accesorios, zapatos y maletas.

De cara a los próximos tres años, la marca anunció una ambiciosa meta: abrir una tienda al mes en las principales ciudades y centros urbanos de Colombia. Para cuando esta estrategia termine, habrán sumado al menos 50 nuevos locales a la red de 100 con los que cuenta actualmente.

 

En línea con ese pensamiento, Roott+Co alista una inversión por 2,5 millones de dólares para aumentar en un 70% la capacidad instalada de su planta de producción como parte de la reactivación de la marca luego de la pandemia.

 

“Nos está afectando el tema inflacionario, que se traduce en precios más altos para el consumidor, pero en materia de insumos ya hay estabilidad”. Pese a la caída generalizada de las ventas, la marca proyecta un crecimiento del 25% anual y ha logrado estabilizar y bajar precios en otras categorías para compensar la volatilidad. En 2022 su facturación alcanzó los $120.000 millones y este año llegarán a los $150.000 millones.

Moda infantil, la ventaja de Tomaticos.

 

Otro referente de la moda en el Tolima es Tomaticos, que supo aprovechar una oportunidad de oro en el sector: la moda infantil. “Si usted quiere emprender en moda en Colombia, el segmento infantil es poco explorado y tiene mucho potencial”, explica Pablo Emilio Artunduaga, gerente y fundador de la marca.

 

La compañía empezó en Ibagué, como parte del desarrollo de un proyecto de grado universitario, usando cinco máquinas de coser en una casa. Ahora tiene casi mil empleados.

 

Además de su marca propia, la compañía es uno de los principales maquiladores de Grupo Éxito, que anualmente vende 30 millones de prendas al año. Tomaticos fabrica al menos 2 millones. Para hacerlo tiene una red de más de 75 maquiladoras, que generan unos 1.500 empleos indirectos.

 

Su facturación alcanzó los 70.000 millones de pesos en 2023. Actualmente comercializa 4 millones de prendas y su meta es llegar a los 8 millones en el 2025, gracias a la consolidación de más almacenes en el país y a una estrategia que contempla conquistar las grandes ciudades. Actualmente tiene 138 almacenes, pero su plan es llegar a los 300 en tres años.

El plan de expansión de la marca también va acompañado de millonarias inversiones para consolidar una nueva planta de producción en Ibagué. Se trata de un espacio de 20.000 metros cuadrados en donde esperan unificar su gigantesca operación: una tintorería con capacidad para 200 toneladas de tela, una tejeduría para 300 toneladas de tejido y una estampadora que hace 20.000 prendas al día. De nuevo, con el foco puesto en fortalecer en esa capital todos los elementos de la cadena de producción.

 

En ese proceso ha sido clave otro jugador de la región: Cormoda, la agremiación de empresarios del sector, que trabaja por aprovechar el impulso que vive de nuevo la industria algodonera en la región para consolidar una hilatura para el departamento.

Fuente: Forbes Colombia.