Con un peso en el PIB del 1,3%, del 9,4% en el PIB manufacturero, y empleando más de 140.000 empresas dedicadas a la moda en alguna de sus formas, el sector textil de Colombia es uno de los grandes motores de la economía del país.
Colombia se caracteriza no únicamente por su gran ecosistema productivo, con gigantes industriales como Manufacturas Eliot y una red de pequeñas y medianas empresas de moda, además de por ser uno de los países de la región donde más moda se consume. Ante la difícil situación macroeconómica a nivel mundial, la moda colombiana debe hacer frente a su débil tradición de exportaciones, el auge del proteccionismo y la competición con otros gigantes manufactureros como México, Brasil y, en última instancia, Asia. Guillermo Elias Criado, presidente de la Cámara de Confección de Colombia, así como director general de una de las grandes empresas industriales del país, Teks, analiza la salud del sector.
Pregunta: ¿Cuál es la situación del tejido industrial colombiano?
Respuesta: Tenemos que reconocer que el sector manufacturero y el sector de la confección a nivel mundial se ha contraído en el último año e incluso en el primer semestre de 2024. Pero la buena noticia es que vamos en ascenso, estamos viendo una reactivación del sector y sentimos onda de optimismo, siempre muy conscientes de que hay que trabajar y aprovechar todas las oportunidades del mercado, pero confiamos en que vamos a tener un buen fin de año 2024 y un buen inicio de año 2025.
P.: ¿Puede, hablando a nivel industrial, Colombia competir con países como Brasil o México?
R.: Sí, con Brasil y México sí. Son los países que tenemos unos costos-país muy similares, y por eso Colombia es un país muy competitivo. En términos de competitividad global, si comparas Colombia con Vietnam, Bangladesh u otros países africanos, somos competitivos. Nuestro país goza de muy buen prestigio de diseño, de calidad, de textil, etc. El sector textil y de la confección para nosotros es muy importante, ya que sigue siendo el 9’4% del PIB industrial y es responsable del 29% del empleo del sector manufacturero. Además, en el sector, uno de cada tres empleos es mujer, y en el de la confección, siete de cada diez.
“El sector textil y de la confección todavía supone el 9’4% del PIB industrial en Colombia”
P.: ¿Y contra China se puede competir?
R.: Eso sí que es un problema, por eso la industria textil en Colombia, a través de la Cámara de la Confección, en diálogo con todos los gobiernos de los últimos años hemos trabajado para que le pongan unos aranceles a las prendas provenientes de los países del sudeste asiático. Son países con los que Colombia no tiene acuerdos comerciales y que si le estaban haciendo mucho daño a la industria nacional. A día de hoy, en Colombia son del 40%, que es lo mismo que tiene Brasil y que tienen muchos países del mundo, y que no es mucho, porque al final en nuestro país se pagan salarios promedios mucho más altos que en Bangladesh, Vietnam, Laos, Camboya o que cualquiera de los países africanos que ahora están incursionando en la confección.
Además de eso, en Colombia tenemos jornadas laborales de 46 horas a la semana, que se está luchando por rebajar hasta las 40 horas semanales, mientras que los países asiáticos trabajan más de 60 horas a la semana. Estos aranceles han servido para equilibrar el campo de juego. Además, los impuestos, pagamos entre un 40% y un 70% más impuestos que cualquiera de estos países. En definitiva, estos aranceles han sido necesarios para cuidar el aparato productivo nacional, el empleo y el bienestar de los colombianos que trabajamos en la industria de la confección.
P.: Hay una tendencia proteccionista a nivel global, y una consecuente alza del nearshoring o producción en cercanía, ¿puede verse Colombia afectada, positiva o negativamente, por esta situación?
R.: Creo que el nearshoring definitivamente nos beneficia. He hablado con personas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y hay un “plan país”, que además, si gana Donald Trump, va a dispararse todavía más. Sin embargo, el factor más relevante en todo esto es la sostenibilidad, una prenda de vestir hecha en Bangladesh genera 98 veces más emisiones de dióxido de carbono que una hecha en Medellín o que en cualquier país de Latinoamérica. Entonces, el nearshoring sí nos favorece, pero la idea más importante que sale de esto está la sostenibilidad, cuidar el aparato productivo colombiano. ¿Cómo lo vamos a cuidar si, en Colombia, somos 72.000 empresas de confección, y hasta 140.000 compañías más de todo el sistema moda, que generamos en confección y textiles cerca de un millón y medio de empleos entre directos e indirectos?
P.: ¿Cuál fue el valor de la industria textil en 2023?
R.: En 2023, fueron 31.5 billones de pesos, mientras que para el año 2024, el presupuesto está en 35.6 billones de ventas en nuestro mercado, teniendo en cuenta tanto lo importado como lo producido en Colombia también.
P.: Muchas empresas colombianas producen en el mismo país, ¿es por un tema de precio o de calidad?
R.: Yo le añadiría más variables. Es un tema de precio, de calidad, y es un tema de diseño. El producto colombiano no solamente ha sobrevivido, sino que las empresas que exportan de Colombia o de otros países se han destacado en los mercados internacionales. Falta mucho por hacer en los mercados globales, pero creo que sólo en el continente latinoamericano tenemos una oportunidad de oro para seguir creciendo.
P.: Dentro de Latinoamérica, Colombia está muy asentada, pero más allá, en el país todavía no hay un Inditex o un H&M colombiano ¿le falta internacionalización a la moda del país?
R.: Bueno, Inditex y H&M sólo hay uno. Pero sí, es importante mejorar nuestras exportaciones. Hemos estado muy cómodos, estamos en una zona de confort que viene desde que éramos exportadores para el mercado venezolano. Estamos muy cómodos vendiendo en Ecuador, vendiendo en Colombia, vendiendo en los países cercanos. Pero tenemos que salir a maletear más y a traer negocios del exterior. Sí que ha habido una pereza exportadora, pero tenemos una oportunidad muy grande de ser mucho mejores y de generar más empleo y más bienestar y más crecimiento para el sector a través de las exportaciones.
P.: ¿Cuál es la propuesta de valor de la industria textil colombiana?
R.: En Colombia tenemos muy buenos textiles y muy buenos diseñadores, hay todo un ecosistema. Somos el único país de Latinoamérica que tiene decenas de universidades formando diseñadores, a nivel técnico y profesional, tiene entidades del Gobierno como Impulsa, como Colombia Productiva, el Ministerio de Comercio Exterior hace muy bien su tarea, ProColombia, pero también están las cámaras de comercio de Bogotá, de Medellín, de Cali, de todo el país. Jóvenes colombianos que se han preparado hacia las mejores universidades de Barcelona, de Brasil, de Italia. En definitiva, hay una vocación por los textiles, por el diseño y por la creación. Y en eso Colombia lleva más de 100 años, y el sector del textil y de la confección es un sector que le ha ayudado a Colombia a generar empleo y bienestar y a construir nuestra economía.
Fuente: Modaes