Panamá ha desarrollado una de las industrias de centros comerciales más dinámicas de Latinoamérica. Con más de 25 malls de gran tamaño y alrededor de 200 plazas comerciales, el país suma aproximadamente 1,3 millones m² de área arrendable (GLA), lo que equivale a más de 30 m² de espacio comercial por cada 100 habitantes, la cifra per cápita más alta del continente.
En este mercado altamente saturado destacan complejos emblemáticos operados por importantes grupos locales e internacionales. Los principales jugadores son el Grupo Los Pueblos –responsable de Albrook Mall, Los Pueblos y Westland Mall– y el salvadoreño Grupo Roble –operador de Multiplaza Pacific Mall y Metromall–. Otros actores, como Urban Development Group (UDG) con AltaPlaza Mall, complementan la oferta, mientras proyectos de lujo como Soho Mall pasaron por diversos cambios administrativos.
Según la Asociación Panameña de Centros Comerciales (APACECOM), las ventas mensuales de los malls rondaron los USD 340 millones en 2022, acercándose a los niveles pre-pandemia (USD 400 millones); la ocupación media se recuperó a 80 % y el tráfico creció con la reactivación turística.
Albrook Mall, propiedad de Los Pueblos, es el más grande de Latinoamérica: cerca de 203 000 m² GLA, unas 700 tiendas, múltiples anclas departamentales y tres patios de comidas. Su ubicación junto a la terminal de transporte le aporta un tráfico cercano a 2,8 millones de visitas mensuales (= 33 millones al año), volumen que sustenta densidades de venta superiores al promedio regional.
En el segmento premium, Multiplaza Pacific Mall (Grupo Roble) suma 90 000 m² GLA y 400 locales, con una "Luxury Avenue" que concentra marcas de alta gama. Antes de la pandemia recibía más de 13 millones de visitas anuales; hasta 70 % de las ventas de lujo proviene de turistas, lo que impulsa una de las cifras de ventas por m² más altas del país.
Metromall, también de Grupo Roble, opera en la vía al Aeropuerto de Tocumen con 81 300 m² GLA y más de 260 tiendas. Diseñado como centro de conveniencia y turismo de compras, su mix popular (incluidos outlets) mantiene ventas estables; en eventos como Black Friday elevó su afluencia un 8 % interanual.
Al oeste de la capital, Westland Mall (Los Pueblos) atiende el rápido crecimiento residencial de Arraiján-La Chorrera. Con -300 locales en dos niveles climatizados, fue inaugurado en 2011 tras una inversión de USD 80 millones. Aunque su ticket es menor, registra millones de visitas anuales y consolida un mix de valor (hipermercado, fast fashion, entretenimiento) con ventas sólidas dentro de su segmento.
AltaPlaza Mall (UDG), inaugurado en 2015 al norte de la ciudad, ofrece 66 000 m² GLA y más de 100 tiendas. Su propuesta se centra en experiencias –pista de karting, bolera, eventos comunitarios– para diferenciarse en un mercado competitivo. Tras la pandemia recuperó visitantes con un alza anual cercana al 40 % en 2022, y sus ventas por m² siguen en expansión.
En síntesis, estos cinco complejos reúnen las principales métricas que delinean la madurez del retail panameño: áreas arrendables que van de 66 000 a más de 200 000 m², de 100 a 700 tiendas por mall, anclas diversificadas, tráfico mensual entre un millón y casi tres millones de visitantes y densidades de venta competitivas frente a mercados líderes de la región.
La saturación de oferta obliga a los operadores a innovar en mezcla comercial y experiencias para sostener el crecimiento. No obstante, la robusta infraestructura logística y el flujo turístico posicionan a Panamá como hub regional de compras, consolidando un sector de malls que ya bordea los volúmenes prepandemia y refleja la resiliencia de sus actores.
Fuente: Mall & retail.