Aunque Leonisa es reconocida como la mayor confeccionista de ropa interior del país, con un modelo de venta multicanal y presencia en varios mercados, la verdad es que desde hace 10 años sus dueños ya no la consideran una firma manufacturera, sino una compañía data-driven (impulsado por los datos), lo que significa que toma decisiones estratégicas basadas en análisis de datos e interpretación.
Esto les permite examinar y organizar sus datos con el fin de atender mejor a sus clientes. Es un proceso que han ejecutado de la mano de la tecnología y de emprendedores que, con sus ideas, han impulsado la transformación digital de Leonisa.
En medio de ese proceso, hace 18 meses nació Vertical Partners, un fondo de inversión de riesgo de la familia Urrea, los fundadores de Leonisa y que está enfocado en financiar y apalancar emprendimientos que, con sus ideas de negocios, apoyan a toda la cadena de valor de la empresa, desde los temas logísticos, pasando por procesos industriales e incluso en comercio electrónico.
“Nuestra tesis de inversión consiste en buscar ideas estratégicas, no tanto rentabilidad. Nos interesa generar valor para nuestros procesos y nuestro ecosistema de emprendedores, pero también a ellos les podemos aportar valor por nuestro expertise como Grupo Leonisa. El objetivo es crear entre todos una rentabilidad conjunta”, explica Esteban Urrea, CEO de Vertical Partners.
El fondo ya tiene 32 compañías en su portafolio entre las que se destacan Liftit, que trabaja en temas logísticos apoyada en tecnología; Fourier, que ayuda en la transformación digital de las empresas; En Terapia, que ofrece servicios de tecnología; Ropstar, que le da oportunidad a la ropa de segunda; Mozper, que ayuda a organizar los gastos de los hijos y Mi contrato, que automatiza los procesos documentales.
Urrea explica que no solo invierten en compañías colombianas, sino también de otros países y buscan que tengan un campo de acción latinoamericano. Pueden financiar desde 100.000 a hasta 1 millón de dólares e incluso podrían entrar con montos más pequeños en las etapas más tempranas de los emprendimientos. Para eso crearon la aceleradora Vertical Labs que busca ayudar a la maduración de las empresas.
Alianzas
Tienen dos modalidades de inversión: directa, en la que hacen acompañamiento a los emprendedores, sin tener presión de generarle rentabilidad a nadie, dado que todo el capital es del fondo.
La segunda modalidad son los joint ventures, que son alianzas para fortalecerse y la más reciente es con la estadounidense NewLab, que es una comunidad de expertos que aplican tecnología para resolver desafíos alrededor del mundo.
Así nació Vertical Impact Studio, un hub de innovación que capacitará a los líderes de la industria del retail para optimizar sus operaciones en las cadenas de valor. Sus clientes son las empresas que necesitan generar conciencia de que por medio de la innovación pueden resolver los diversos problemas que tienen en sus operaciones y el primer cliente del estudio será el Grupo Leonisa.
Para intentar resolver problemas o mejorar eficiencias podrán trabajar con alguna de los 200 emprendimientos de base tecnológica de NewLab y con alguno de los 32 de Vertical Partners.
En el caso de Leonisa se buscará desarrollar nuevas tecnologías para reinventar el uso de textiles en aplicaciones médicas, desde el control de la salud hasta los servicios terapéuticos.
La idea es que las corporaciones que usen los servicios del estudio puedan invertir en los emprendimientos que los ayuden a resolver sus problemas o hacer fusiones y adquisiciones en el caso de que haya desarrollos de propiedad intelectual. “Esto genera oportunidades de nuevos negocios, que tal vez no se logran al contratar una consultora. Además, la ventaja de los emprendedores es que muchos tienen soluciones súper potentes, que se están desaprovechando. Nuestra idea es apoyarlos a ellos y a los corporativos para que ambos crezcan”, explica Urrea, quien es nieto de uno de los fundadores de Leonisa.
La meta de Vertical Impact Studio es enfocarse en calidad y talento humano, para llegar a unos cuatro clientes corporativos colombianos y luego escalar a otros países.
Fuente: Revista Semana
